Los conejos son mamíferos herbívoros que disfrutan mucho de los pellets (pequeños cereales a base de madera y hierba) en alta proporción y las hojas vegetales (como la lechuga, la espinaca y la acelga), las verduras (como la zanahoria, el pepino y el calabacín), las frutas (como la fresa, la pera y la manzana) y el heno, una hierba muy alta en fibra, por lo que si se le va a proporcionar un nuevo alimento, es recomendable que esté acompañado de heno.

Tienen un estómago frágil y no tienen la capacidad de vomitar, así que no solo hay que proporcionarles pocas cantidades si no también eliminar algunos alimentos que pueden arriesgar su vida como:

-Semillas y cereales: Puede que los conejos se parezcan a los hamsters pero no tienen las mismas necesidades alimenticias que ellos.

-Remolacha: Les hace sufrir de cólicos estomacales e hinchazón.

-Cebolla: No permite una buena digestión y causa pérdidas de glóbulos rojos.

-Papas/Patatas: Contienen “solanina”, un componente tóxico para ellos y también las grandes cantidades de carbohidratos les producen dolor estomacal.

-Uvas: Su poca moderación en la dieta puede causarles un paro cardíaco por la cantidad de azúcar.

-Aguacate: Contiene “persina” que afecta su sistema respiratorio.

-Ajo: Les puede causar problemas estomacales graves.

-Berenjena: Puede que gracias a esta aparezca una hepatonefritis (una lesión renal).

-Ruibarbo: Puede envenenarlos.

Los conejos no solo necesitan ser bien alimentados, necesitan ser bien tratados para que puedan recibir un afecto completo: A ellos les gustan las caricias en la espalda, en la frente y las mejillas y para levantarlos se hace con una mano que se sostendrá el pecho por debajo de sus brazos y con la otra se recogen las patas traseras, pero estos pueden tener miedo a las alturas así que no es recomendable que los eleven a mucha ni que se alcen por las orejas ya que estas son sensibles y pueden causarles dolor.